A los hombres nos gusta el sexo, no importa si te gusta el sado, la zoofilia, el voyeur o cualquier otro tipo de excentricidades, o de plano si eres un fiel fan de tu novia o dígase de jesusa Enriqueta (chucha queta), LA NALGA, ES LA NALGA! Ya sea que si tu vieja es toda una coneja que le gusta ponerle mucho todo el día, dichoso tu, porque no todos gozan de ese placer, algunos pueden llegar a sufrir de analgamiento (te cuesta conseguirlas), reculamiento transitorio (estas en espera de la siguiente), egoísmo gluteico (la que tienes a tu lado no coopera), déficit nalgario (no hay) o culo negado (cualquier otra imposibilidad), es entonces cuando el porno, las zorras y cualquier otro juguetito entran al ataque.
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