14 de julio de 2016

Entonces se fue...

Hace algunos días, hurgando en cajas y viendo cosas viejas, me topé con unos discos, viejos hasta cierto punto, me puse a revisarlo a ver que joyas podía encontrar, lo hice, varios escritos, de Lady Voldemort, compartiré algunos, no todos.

Fue una bonita etapa, hace tiempo se volvió a comunicar conmigo... Exploté como siempre y al escuchar la lluvia de cuestionamientos volvió a correr, como siempre lo hizo y lo hará.

Son ciclos que siento nunca voy a poder cerrar, con tantas preguntas no se como poner fin a eso, dudas, contradicciones, pendejadas, pensar en que tal vez nunca la conocí, en que "la vida" que me mostró era mentira.

Poco a poco su imagen se queda mas en las sombras, sale cada vez menos de ese baúl de bonitos recuerdos donde habita con muchas otras cosas. Este es uno de esos escritos que encontré, lo comparto con ustedes.

Tal vez fue mejor que ella se fuera a que se quedara. tal vez volvió a hacer un desorden...

Todo lo que ella sabía era que sus pulmones estaban tan cansados de respirar ese olor sofocante de los malos recuerdo que tenía de su vida, ella necesitaba la brisa fresca y el crecimiento salvaje de las nuevas posibilidades.

Fue cobarde? o fue valiente? Le importó una chingada como quiera, ella estaba lista para hacer lo que necesitaba hacer por el bien de ella y la paz de su alma.

Ella no tenía miedo de darle borrón y cuenta nueva a todo... Yo incluido... Ella no tenía miedo de decirle al pasado que se fuera al carajo... Casualmente yo era parte de su pasado... ella no tenía miedo de irse sola y abrir sus alas hacia un nuevo cielo. Ella no tuvo miedo de seguir ese camino que tal vez soñaba y dejar atrás esos caminos ahora pantanosos que veía de lejos, ahora creando magia en ese nuevo paraíso brillante al que llegó.

Cuando la vida se vuelve una prisión sofocante, siempre tenemos la opción de escapar de ella.Ella lo sabía, que en lo más profundo de su emplumada alma de halcón, desde las temibles alturas de su espíritu errante, desde los valles rocosos donde sus lágrimas fluyen. Ella se movió con el viento del cambio, con la sombra del sol, ella se movió con los susurros que su corazón le decía.

Esto podría verse como una existencia solitaria y nómada, pero nunca fue solitaria para ella. En su mente, al parecer no había una mejor compañía que un camino libre, los vientos pasando por su cabello, la seductora melodía del atardecer siendo visto por el espejo retrovisor de una motocicleta y la plática inquieta de sus sueños llenando sus oídos como el palpitar de los poemas que nunca le pude mostrar.

Se fue.

Dejó todo atrás, cruzó ciudades, pueblos y fronteras.

Dejó atrás amistades verdaderas, errores y amores que tal vez pudieron haber terminado terriblemente mal.

Dejó todo atrás en un abrir y cerrar de ojos.

Ella no estaba triste...

Hubiera sido bonito decir que ella estaba devastada por el dolor pero no lo estaba. Sus lágrimas era una esperanza floreciente para ella, no eran amargas ni tenían arrepentimiento, eran un llave para un mejor camino.

Para ella, un adiós siempre era algo bueno, al menos así lo entendí yo. Ella veía nuevas posibilidades a través de cada capa de dolor con el que cubrían las cosas, las despedidas era como pozos fríos en invierno, los nuevos comienzos eran primaveras y ella florecía con cada una.

Entonces se fue.

Ella se fue en un destello de luz, en un arranque loco de esperanza, ella salió como ese viento fuerte en una tormenta y movió todo como si no fuera nada.

Dejó que el dolor de su pasado pasara deslizando través de sus dedos, como los granos de arena se escapan entre la mano. Había sufrido demasiado tiempo, durante demasiado tiempo, y ella estaba torturándose, se culpaba a si misma teniéndose lástima para todo. Ella se hizo disculparse por quién era ella, se aferraba firmemente a las cuerdas rotas de cosas que nunca iban a arreglarse.

Tiró a la basura lo que quedaba de las cenizas de la niña confundida que solía ser, de todas las pendejadas por las que había pasado, y se convirtió en una luna creciente que es un resultado de verdad y perdón, lo que se convirtió de cenizas a una belleza incomparable.

Ella se reunió con su preciosa "alma gemela" en esa tierra de montañas, bañada por el sol, rodeada de jardines. Ella caminó hacia adelante, con pasos valientes, sintiéndose mil kilos mas ligera, con una frescura en su ser y un corazón nuevo.

Tal vez ella era mejor yéndose que quedándose... Tal vez solo hizo un desastre otra vez.

Todo lo que ella sabía era que sus pulmones estaban tan cansados de respirar toda esa mierda de recuerdos amargos. Ella necesitaba paisajes nuevos y una salvaje oportunidad de nuevas posibilidades.

Y así fue.

Ella le dijo adiós a una vida que nunca fue para ella.

Ella le dijo hola a los brillantes mares del destino.

Porque ella siempre supo que cuando nuestros días empezaban a sentirse como una prisión sofocante, siempre podíamos escapar de ella.

Entonces lo hizo.


Y la libertad, oh dulce libertad, le supo tan dulce como nunca lo pudo imaginar, tanto que le pudo llegar a empalagar...

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