23 de marzo de 2016

La belleza del adiós

Los adiós puntualizan el final de una cosa dejando que otra inicie. Hay muchas formas de darle la vuelta y evitar decir adiós. En lugar de eso decimos "Nos vemos", "Hasta luego" o "Hasta entonces."

Tener que decir adiós duele.

Duele cuando un ser amado muere o se va y en su ausencia la vida cambia. La gente que nosotros amamos y los que nos aman se vuelven como nutrientes esenciales en nuestra vida. Son como caldo de pollo para el alma. La paz que sientes cuando un amigo te hace reír es tan especial porque te hace olvidar momentáneamente las cosas.

Un abrazo puede sanar.

Los Ositos Cariñositos tenían razón: sharing is caring!

Y como se supone que vas a enamorarte con otra persona? Es mediante compartir y a veces pasa después de decir "Adiós."

He escrito muchas veces sobre el amor de mi vida y ella lo sabe. Éramos amigos, nos quisimos mucho.

Todo se terminó. Emprendimos caminos diferentes. Ella me extrañó. Yo la extraño. Seguí con mi vida y hasta donde se, ella también y me da gusto que le vaya bien y sea feliz a pesar de todo lo que le ha pasado.

No ha sido fácil, de verdad que no, luego de tantos años no deja de estar presente.

De hecho la parte mas difícil sobre decirle adiós fue la razón por la que lo hice. Solo quería protegerla, era lo mejor para ella, existía compromiso. Pero al final de cuentas creo que ninguno de los dos éramos realmente nosotros.

Decidí creer eso.

Pasó el tiempo y yo hice lo posible para darle continuidad a mi vida, regularizar mis finanzas, atraer cosas buenas a mi vida y ser saludable. En esa búsqueda encontré esa habilidad de X-Men "ver la crudeza de las cosas."

Soy prácticamente un hombre con la mente de un témpano de hielo, teniendo la habilidad de hablarle a la gente de una manera real, intuir estados sentimentales y entender el peso de la vida de una persona y lo fácil que se puede ir sin causarme conflictos sentimentales.

Y cuando tratamos de olvidar sobre alguien que hemos amado puede hacernos sentir una desconexión difícil de entender.

Mas delante, el nivel de confianza que se necesita para esto es como entender que las cosas que realmente nos pertenecen se quedarán en nuestras vidas y si se van es por que nosotros no somos los que se las deben de quedar.

La libertad de ser exactamente quienes somos es el mejor regalo que podemos darnos y eso nos permite liberar a otros.


Esta es la belleza del adiós.

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